Nos encontraremos en Fezzano, un pequeño pueblo costero a tiro de piedra de Portovenere (SP), donde después de una breve sesión informativa haremos la cocina y nos instalaremos en el barco.

El juego comienza cuando te das cuenta de que en un velero todo el mundo tiene su papel, pero los espacios reducidos y la distancia del continente crean una atmósfera especial: la colaboración, la interacción y el respeto son la base de la navegación.

Decidiremos juntos si partimos inmediatamente y nos detenemos fondeados en Lerici o Portovenere, donde la tripulación tendrá que probar suerte en el... ¡Preparación de la cena!

El segundo día navegaremos a lo largo de la costa en el Parque Marino de Cinque Terre: el barco movido por el viento es como el mecanismo de un reloj: cada engranaje tiene su función, ¡pero las manecillas se mueven solo si todos hacen su parte!

Nos detendremos en Levanto o Bonassola para pasar la noche fondeados y, si el tiempo lo permite, para nadar.

Al día siguiente retomaremos la navegación hacia atrás: esta vez la tripulación tomará el mando de la embarcación y podrá decidir cómo abordar la ruta, poniendo en práctica las normas de colaboración.