Por la mañana, alrededor de las 9:30 a.m., comienza la navegación. Las velas se hinchan a medida que el barco se aleja de Desenzano hacia Sirmione. A lo largo del camino, el lago se abre a vistas espectaculares, con la brisa acunadora que impulsará el bote.

Sirmione es el primer destino, con su castillo medieval y sus calles empedradas que invitan a dar un paseo por la historia.

zarpa de nuevo hacia Salò, un pueblo con vistas al lago con su pintoresco paseo lacustre, aquí organizamos una cena en el barco (tal vez una barbacoa) y luego damos un paseo por el centro para tomar una copa que reconciliará el sueño. El barco estará amarrado en la orilla del lago para que puedas subir y bajar sin problemas. 



 El segundo día nos lleva a la isla de Garda como destino, una joya verde en el corazón del lago. Fondearemos en la encantadora bahía del viento donde podremos disfrutar de un rincón, disfrutar de su tranquilidad. Por la tarde, el barco emprende el regreso a Desenzano.

El desembarque está previsto para las 17:30 horas del segundo día, cerrando así un fin de semana inolvidable de navegación.