El embarque está previsto a primera hora de la tarde desde el puerto turístico de Nettuno.

Después de estibar la galera y tomar posesión de los camarotes, soltaremos las amarras y, a las afueras del puerto, izaremos las velas y nos dirigiremos a Palmarola.

Durante el trayecto podrás relajarte escuchando buena música y apreciar el placer de navegar. 

Con un poco de suerte nos encontraremos con delfines, a menudo presentes en este tramo de mar.

La puesta de sol sobre el mar acompañada de un inevitable brindis será otro momento emocionante.

Incluso la aproximación a la costa y el primer fondeo siempre generan sensaciones intensas y mirando a tu alrededor te darás cuenta de que has llegado a un lugar mágico. 

¡Aquellos que lo deseen pueden tomar el primer baño de las vacaciones antes del aperitivo bajo un cielo increíblemente estrellado con la única compañía del canto del diomedeo!

Nada más despertar quedarás encantado por la belleza del paisaje y la increíble transparencia del agua que te invitará a darte tu primer baño del día y empezarás a apreciar las ventajas inigualables de las vacaciones en barco.

¡El aroma de los croissants calientes te llevará de vuelta a bordo!

Después del desayuno nos trasladaremos a los lugares más bellos de la isla como Cala Tramontana, Cala del French, Faraglioni di Mezzogiorno y Cala Brigantina: todos son lugares de rara belleza, con paisajes evocadores, secuencias de cuevas y pasajes espectaculares entre rocas y pilas y pequeñas playas.

El día transcurrirá entre excursiones con la embarcación auxiliar, juegos acuáticos, snorkel y tomar el sol.

A última hora de la tarde nos dirigiremos a Ponza para experimentar la mundanidad del animado pueblo no sin antes haber tomado el clásico aperitivo en el barco. 

Día dedicado al lado oeste de la isla.

Partiremos de la famosa Chiaia di Luna y las cuevas de Capo Bianco, para continuar con la bahía de Lucia Rosa y sus Farallones y finalmente Cala Feola con las famosas piscinas naturales. En cada bahía pararemos para nadar, divertirnos con la tabla de sup y descubrir los rincones más escondidos con la embarcación auxiliar o simplemente para mirar el paisaje mientras estamos cómodamente tumbados en la embarcación. 

En Cala Feola podremos ver uno de los atardeceres más bonitos de Ponza mientras disfrutamos del inevitable aperitivo y luego bajar a tierra para cenar en el característico restaurante La Marina o quedarnos a cenar en el barco.

Alternativamente, puede regresar al otro lado de la isla para desembarcar nuevamente en Ponza.