Embarcamos en el puerto de Mandraki, dentro de la antigua fortaleza, un paisaje maravilloso que por sí solo vale la pena las vacaciones. Después de visitar la preciosa localidad de Kerkira (Corfú), declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el domingo zarpamos...

Todas las islas son maravillosas, cada una con su propia gracia, cada una con su propia historia. Alternaremos días de navegación con paradas en tierra para ir a recorrer los sitios de mayor interés, estirar las piernas y disfrutar de un merecido descanso y unos baños en las bahías más hermosas. Un itinerario muy rico, con islas de gran interés por su naturaleza y por los vestigios de un pasado milenario.  

No necesitas bagaje faraónico, ninguna experiencia previa, solo mucha alegría, respeto por los demás y una pizca de espíritu de adaptación, unidos por la pasión por el mar, ¡que es el verdadero protagonista!

De hecho, un crucero en velero es, ante todo, unas  vacaciones de sencillez y libertad.  En el mar, el tiempo se expande y se restablece la armonía con la naturaleza. La gente viene a descansar, a desconectar del bullicio, de los ritmos y deberes de la vida en la ciudad.

Las vacaciones en barco son aptas para todos, desde adultos hasta niños, pero es necesario estar en buena forma física general y equipado con buena agilidad para subir y bajar de la embarcación auxiliar, el bote de servicio que a menudo nos llevará desde las radas hasta la orilla.

El itinerario real se definirá in situ en función de las condiciones del viento y del mar y de la previsión para los días siguientes. En primavera podemos encontrarnos con días bonitos o días en los que nos quedamos en tierra para una excursión esperando a que el tiempo sea propicio para zarpar. Las bahías y posibilidades son infinitas. Puede visitar las exuberantes y desiertas islas Diapontie en el lado norte de Corfú, Erikussa y Othoni, y luego descender a Lefkada a través de Paxos y Antipaxos. O diríjase directamente al sur y luego visite las islas del Mar Interior, Ítaca, Meganissi, Kalamos y Kastos.

Recomendamos ropa deportiva, una buena chaqueta cortavientos y una sudadera o camisa gruesa, zapatos para caminar y una pizca de espíritu aventurero.