Embarque en Mykonos a última hora de la tarde, fácilmente accesible gracias a los vuelos directos desde Italia. Una vez a bordo, tras instalarnos en nuestros respectivos camarotes y conocer a la tripulación, levaremos anclas para llegar a una bahía tranquila, alejada del bullicio de la isla. Aquí pasaremos la noche arrullados por el suave movimiento del mar.

El día termina con una cena en el barco preparada por los capitanes, que te deleitarán con sabores frescos y genuinos. Un momento agradable y relajante, perfecto para sumergirse en el ambiente único de estas vacaciones en velero.

La mañana está dedicada al descubrimiento del parque arqueológico de Delos, un lugar lleno de encanto e historia, donde se pueden revivir antiguas leyendas y respirar la atmósfera de la Grecia clásica.

Después de comer, zarpamos rumbo a Rineia y fondeamos en una bahía de aguas cristalinas, ideal para relajarse o divertirse con actividades en el mar y en la playa.

El día termina con una cena a bordo, seguida de una velada contemplando el cielo estrellado, en completa armonía con la naturaleza circundante.

El día comienza con una exploración de las rocas escarpadas y los islotes que bordean la isla de Rineia, un paraíso natural para vivir con total tranquilidad.

Por la tarde, nos dejamos llevar por el viento hacia Naxos, la mayor de las Cícladas, apreciada por su ambiente animado y su genuino encanto.

Al caer la noche, entramos en las calles de Chora, donde nos recibe la imponente Portara, la majestuosa puerta del templo de Apolo con vistas al mar, perfecta para ver una impresionante puesta de sol. Luego, nos perdemos en el laberinto de callejones que conducen al Kastro Veneziano, desde el cual podemos disfrutar de una vista única del puerto y la ciudad. A lo largo del camino, nos encontramos con tiendas de artesanía que ofrecen productos típicos.

La noche se colorea de luces y aromas en las tabernas locales, donde la cocina griega y la hospitalidad de los habitantes hacen que la experiencia sea aún más especial.

El viento de cola nos sopla rápidamente sobre las olas, lo que hace que la travesía a Koufunissi sea una experiencia emocionante mientras nuestro velero se desliza rápidamente. En el camino, tomamos un refrescante descanso en la piscina natural de Porì, una muestra de la belleza de esta increíble isla.

Un paseo panorámico nos invita a explorar la escarpada costa, donde se alternan encantadoras playas y piscinas naturales. Entre estas, destaca la piscina más famosa de Koufunissi, el Ojo del Diablo, en la que darse un baño es una auténtica obligación.

Para aquellos que quieren prolongar la diversión, los clubes de playa ofrecen la oportunidad de disfrutar de una copa con vistas a la pintoresca isla de Keros, dando un ambiente mágico y relajado incluso al caer la noche.

El día está dedicado por completo a explorar las bahías más remotas de la isla deshabitada de Keros, un auténtico tesoro escondido en el corazón de las Cícladas. Durante nuestra navegación, podremos avistar tortugas marinas, delfines y, con un poco de suerte, incluso la foca monje. Rodeados de paz y naturaleza virgen, nos sumergimos en este pequeño paraíso que se ha mantenido inalterable a lo largo del tiempo.

Aprovechando la brisa del costado, navegamos rápidamente hacia la remota Iraklia, una isla poco transitada por el turismo de masas, donde reinan la paz y la tranquilidad. En una bahía con aguas increíblemente claras, echamos el ancla para explorar un pecio visible incluso desde la superficie, un verdadero tesoro submarino que le da un toque de misterio a nuestra parada.

A primera hora de la tarde zarpamos de nuevo, apuntando la proa hacia Ios y desembarcando en su animado puerto. A medida que cae el sol, subimos a Chora para empaparnos de su fresca atmósfera nocturna y disfrutar de espectaculares vistas de las islas circundantes, iluminadas por la luz dorada del atardecer. El día termina con un plato de tallarines con salsa de carne preparado a bordo, transformando la cena en un momento de auténtica convivencia y sabor.

Antes de salir de la isla nos permitimos unas horas de exploración de la animada Chora y su liveli. Se puede ir entre característicos molinos de viento e iglesias blancas encaramadas entre las casas. Una parada imperdible es la iglesia de Panagia Gremiotissa, desde la que se puede disfrutar de una impresionante vista del mar y las colinas circundantes, así como del sugestivo Teatro Odysseas Elytis.

Después del almuerzo, izamos las velas y ponemos rumbo a Santorini. Llegar en barco es una experiencia única: el contraste entre la roca negra y los pueblos blancos encaramados al borde de la caldera, enmarcados por un cielo azul profundo, ofrece una mirada sorprendente. Navegamos en las aguas del cráter sumergido y nos detenemos para un baño regenerador, rodeados de uno de los paisajes más fascinantes del Egeo.

A continuación, la vela continúa hacia la famosa Playa Roja, la playa roja con un ambiente casi surrealista.