A última hora de la tarde nos encontramos en el puerto deportivo de Pitágoras, en la isla de Samos. El velero de sus vacaciones está allí esperándole, listo para llevarnos a un viaje memorable entre las islas del mar Egeo.

Después del embarque, frente al aperitivo, los patrones están disponibles para proporcionar todos los detalles de la navegación, el itinerario y el uso de la embarcación. Antes de la cena habrá tiempo para instalarse en sus camarotes y familiarizarse con toda la tripulación, mientras los capitanes comienzan a preparar una deliciosa cena. Cuando el sol comienza a sumergirse en el horizonte, nos encontramos brindando por este comienzo, inmersos en la evocadora atmósfera del atardecer.

Pasamos la primera noche con el barco amarrado en el puerto deportivo, listos para izar las velas a la mañana siguiente y partir hacia nuevos destinos y bahías encantadoras.

Cargados de energía, desayunamos e izamos las velas. Nos detenemos para almorzar en Tsopela, donde podemos admirar un espléndido panorama enriquecido por los colores del agua y la vegetación circundante.

Nuestra navegación continúa en dirección a Fourni. Esta isla encantada, fuera de los circuitos turísticos habituales, es una verdadera joya escondida. Al llegar, se hace evidente de inmediato lo único que es este lugar: la bahía que nos recibe es una maravilla, con aguas cristalinas de color turquesa que invitan a darse un refrescante chapuzón.

Al final de la tarde, subimos juntos a la cima de la colina, donde nos espera un espectáculo impresionante: el panorama se ilumina en cálidos tonos dorados mientras el sol desciende suavemente.

Nuestra ruta continúa hasta el pueblo principal de la isla, un pintoresco pueblo que parece sacado de una postal. Caminamos por las estrechas calles empedradas, entre las iglesias blancas con cúpulas azules y las pequeñas y acogedoras tabernas.

Por la mañana, navegamos a lo largo de la costa, deteniéndonos en calas escondidas donde el mar es claro y turquesa. Aquí, nos damos el gusto de nadar y bucear en aguas cristalinas, o simplemente nos relajamos a bordo, disfrutando del sol y la tranquilidad. Los más curiosos podrán recorrer las calas de la costa con la lancha auxiliar y descubrir cuevas escondidas, donde la belleza salvaje de la isla se muestra en toda su pureza.

Por la tarde, volvemos a desembarcar para entrar en el corazón de Fourni. Para los amantes del senderismo, existe la posibilidad de dar un paseo por los senderos panorámicos que serpentean entre olivos centenarios y matorral mediterráneo, ofreciendo unas vistas inolvidables de la bahía. Llegamos a un pequeño mirador desde el que podemos disfrutar de una impresionante vista de la isla y el mar que se extiende hasta el infinito.

La noche nos lleva al pueblo, donde paramos en una taberna típica para una cena de sabores auténticos.

Regresamos a bordo bajo un cielo estrellado.

Después de pasar la noche, arrullados por el mar y bajo un techo estrellado, ponemos la proa de nuestro velero hacia Icaria, navegar en este tramo de mar puede ser desafiante, pero divertido con fuertes vientos que empujan el barco rápido.

Icaria es la isla de la longevidad, muchos habitantes tienen más de 100 años, aquí parece que la gente se olvida de morir.

El día transcurre en armonía con el ritmo relajado de la isla, entre refrescantes baños en las aguas transparentes y regeneradores paseos por playas de arena fina. La serenidad del entorno contribuye a una relajación completa, ya sea que elija tomar el sol o prefiera actividades más dinámicas en el agua.

Cuando el sol comienza a declinar, visitamos Chora, Agios Kirikos y tomamos una bebida refrescante.

Y para terminar el día con una nota alta, la cena se servirá a bordo del barco preparada con pasión por sus patrones, bajo un magnífico cielo estrellado.

Hoy navegamos a lo largo de la espectacular costa sur de Icaria, una navegación fácil al abrigo de las olas. El paisaje nos deja sin aliento: montañas rocosas se alternan con tramos de vegetación y playas aisladas, enmarcadas por el azul profundo del mar. Llegamos a la famosa playa de Seychelles, donde echamos el ancla y paramos para almorzar.

Por la tarde, con un fuerte viento que llena las velas, salimos de Icaria y nos dirigimos hacia Patmos, la isla sagrada. Nada más llegar, nos sumergimos en el ambiente mágico de Chora, con sus casas blancas y calles empedradas, hasta llegar al monasterio de San Juan, uno de los lugares de peregrinación más importantes de Grecia.

El día termina con una cena en una típica taberna en primera línea de mar. Sentados a la mesa, disfrutamos de los auténticos sabores de la cocina griega, acompañados por el sonido de las olas y la belleza de las luces reflejadas en el agua. Es el final perfecto para un día lleno de emoción, historia y maravillas naturales.

Salimos temprano ajustando las velas hacia Arki, una isla encantadora y poco concurrida, ideal para los amantes del contacto con la naturaleza y la paz absoluta. Exploramos calas escondidas y nos sumergimos en las aguas cristalinas de esta pequeña perla del Dodecaneso.

Después del almuerzo, con el viento soplando favorablemente, salimos de Arki para dirigirnos hacia Agathonissi.

Inmerso en la tranquilidad de Agathonissi y en el placer de un día entre viento, mar y paisajes inolvidables, la velada termina con una cena a bordo preparada por sus hábiles patrones. Esta noche, los tallarines con salsa de carne serán los protagonistas, llevando a la mesa los sabores genuinos de la cocina italiana, un toque de familiaridad y calidez que hace que el momento de convivencia sea aún más especial.

Después del desayuno, nos preparamos para explorar las maravillosas playas y calas escondidas de Agathonissi. Con la lancha auxiliar nos aventuramos por calas tranquilas, donde el agua es transparente y el tiempo parece haberse detenido. Cada rincón de esta isla, con su ritmo lento y su ambiente íntimo, nos invita a disfrutar plenamente de su tranquilidad y autenticidad.

Después del almuerzo, es hora de tomar la ruta de regreso a Samos. Navegando con calma, pensamos en las aventuras que hemos vivido y en los paisajes que nos han acompañado en esta semana tan especial. A última hora de la tarde amarramos en el puerto deportivo de Pitágoras, donde el animado ambiente del puerto deportivo nos da la bienvenida para la última noche juntos.

Terminamos el día con una cena en una típica taberna en primera línea de mar, inmersos en los sabores de la cocina local y la calidez de la hospitalidad griega. Entre risas, anécdotas y un brindis final, celebramos estos días inolvidables pasados entre mar, amistades y maravillas.